REALIDAD VS MITO: LAS CONSTELACIONES

 

Las historias detrás de las estrellas

Muchas veces consumimos historias en anime, series, películas, libros, manga, etc. Incluso gran parte de lo que vemos en nuestra realidad, con su explicación exacta, tiene una historia fantástica detrás.

La constelación de la Osa Mayor



Hablemos un poco sobre lo que se conoce de esta constelación. Es una de las más grandes y conocidas del hemisferio norte, visible entre +90° y -30° de latitud. Es circumpolar en esas regiones, lo que significa que nunca se pone por debajo del horizonte y es visible durante todo el año. Está rodeada por otras constelaciones como Draco (El Dragón), Leo (El León), Canes Venatici (Los Perros de Caza) y Boötes (El Boyero).

Aunque tiene más de 100 estrellas visibles con telescopios, aquí te menciono siete de las más brillantes que forman la figura del Carro de la Osa Mayor o El Cazo:

  • Dubhe: Una gigante naranja, es la segunda estrella más brillante de la constelación y marca la esquina superior derecha del Carro. Aunque no pertenece al grupo estelar al que pertenecen la mayoría de las estrellas del Carro, está a nada menos que 123 años luz de distancia.
  • Merak: Una enana blanca que, junto a su compañera Dubhe, forma la “línea de puntería”. Marca la esquina inferior derecha del Carro y está a 70 años luz de distancia.
  • Phecda: Otra enana blanca, situada en la esquina inferior izquierda del Carro, a 83 años luz de distancia.
  • Megrez: Una enana blanca, la estrella más tenue del Carro, que conecta el mango con el cuerpo. Está en la esquina superior izquierda y se encuentra a unos 81 años luz de distancia.
  • Alioth: Una estrella blanca de secuencia principal, es la más brillante de la Osa Mayor. Forma parte del “mango” del Carro y está a la misma distancia que Megrez.
  • Mizar: Famosa por ser una estrella binaria, visible con telescopios. En cielos oscuros, se puede ver junto a su compañera Alcor, formando un sistema visualmente distinguido. Está en el medio del mango, a unos 83 años luz de distancia.
  • Alkaid: Una estrella caliente de secuencia principal, es la tercera más brillante de la constelación, situada a 101 años luz de distancia.

Otras estrellas destacadas

Aunque no forman parte del “Carro”, otras estrellas importantes en la constelación de la Osa Mayor son:

  • Tania Borealis: Ubicada en la parte trasera, en una de las patas de la osa.
  • Talitha: Otra estrella que se encuentra en una de las patas de la osa.
  • Alcor: Compañera de Mizar.

Asterismo

Un asterismo es un grupo reconocible de estrellas que forman una figura o patrón en el cielo nocturno, pero que no necesariamente constituye una constelación oficial. Este es útil para localizar estrellas como la Estrella Polar (Polaris), a la cual se puede llegar trazando una línea imaginaria desde el Carro hacia la Osa Menor mencionada con la estrella Merak.

Movimiento



Sí, las estrellas se mueven. Varias de las estrellas de la Osa Mayor forman parte del “Grupo Móvil de la Osa Mayor”, que sigue el mismo flujo galáctico en su movimiento. Gracias a esto, se pueden observar galaxias cercanas como M81 y M82.

Con toda esta visión galáctica, viajamos ahora a la Tierra, a un tiempo muy lejano donde los griegos, al observar la constelación, le añadieron drama.

La Osa Mayor en el mito

Es la historia de otra víctima de los dioses, en especial de Zeus y Hera, como ocurre la mayoría de las veces.



Calisto, una ninfa de Arcadia (vinculada a la naturaleza salvaje), era seguidora de Artemisa, la diosa que había jurado mantenerse virgen para siempre, lo que implicaba que sus seguidoras también debían hacerlo.



Calisto era muy hermosa a los ojos de los dioses, y Zeus se encaprichó de ella. Sin embargo, conquistar a alguien que había jurado castidad no sería sencillo. Como ella no deseaba estar con él, Zeus, quien no aceptaba el "no" como respuesta, recurrió nuevamente a una de sus artimañas (mentiras y engaños).

Calisto adoraba a Artemisa, era una de sus seguidoras más fieles. A Zeus se le ocurrió transformarse en la diosa para acercarse a ella. Existen versiones en las que Zeus toma la forma de Apolo, pero preferimos quedarnos con la versión homosexual en la que el dios adopta una apariencia femenina. Así, logró seducirla y yacer con ella, en un acto que resultaría censurable.

El enojo de los dioses no tardó en llegar. En algunas versiones, tanto Artemisa como Hera estaban enfurecidas. Aquí nos enfocamos en la esposa celosa, Hera, quien tenía justa razón para estar furiosa, pero que siempre terminaba castigando a las víctimas equivocadas.

Calisto quedó embarazada, y aunque Hera ya estaba acostumbrada a este tipo de noticias, su furia fue implacable. La diosa castigó a Calisto transformándola en una osa, condenándola a vivir de esta forma y a sobrevivir en los bosques, enfrentando los peligros que ello implicaba.

Artemisa, diosa de la caza, jugó un papel trágico en esta historia. Según algunas versiones, ignorante del origen del castigo, se sintió traicionada cuando, bañándose con sus seguidoras, vio el vientre de Calisto, lo que revelaba que había roto su voto de castidad. Enojada, la mató, siendo ya una osa. En otras versiones, sin saber que la osa era en realidad su seguidora, la mató con su arco.



Zeus, queriendo enmendar el daño tras la tragedia, decidió honrar a Calisto elevándola a los cielos como la constelación de la Osa Mayor, para que su historia no fuera olvidada.

Para que el final no sea tan dramático, existe otra versión algo menos trágica. Del embarazo de Calisto nació un niño, Árcade. Hera también intentó castigar al niño, pero esta vez Zeus actuó. Le pidió a Hermes que interviniera, y como dios mensajero, logró llevar al niño a Maya (una de las Pléyades), quien lo cuidó sin que Árcade supiera de su madre.

Años después, Árcade se convirtió en un joven cazador. Un día, mientras estaba en el bosque, persiguió a una osa sin saber que era su madre. Estuvo a punto de matarla con su lanza, pero Zeus intervino nuevamente, explicándole toda la verdad. Al recibir la noticia, Árcade decidió permanecer siempre con su madre, y Zeus los elevó a ambos al cielo, formando así las constelaciones de la Osa Mayor y la Osa Menor.

En conclusión, no confíes en nadie, porque muy probablemente sea Zeus.

 

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