DEL ANIME AL MITO: RECORD OF RAGNAROK
RECORD OF RAGNAROK VS EL MITO REAL
Muchas veces consumimos historias en anime, series,
películas, libros manga, etc. Pero no siempre tenemos en cuenta la historia que
le inspiró, acompáñame a conocerlas.
Hoy conoceremos uno de los mitos que se encuentran en
el anime repleto de dioses “Shūmatsu no Valkyrie” o “Record of Ragnarok”
Origen de Sunano’o no mikoto y su destierro anime
"Con la sangre invierno" es el título con el que
comienza el capítulo número ochenta y nueve del manga, donde Okita realiza un
ataque que pone de rodillas a Susano'o, el mismísimo dios de las espadas. Todo
el mundo alaba a Okita Soji por haber realizado tal hazaña con su espada, pero
Brunilda nos dice:
“Esta es la grandeza del ser humano. Hay un dios que sabe
esto mejor que nadie. Este dios no es otro que Susano'o no Mikoto.”
Aquí ya comienzan a hablarnos del dios haciendo preguntas
como:
“¿Por qué Susano'o es elogiado como el padre del arte de la
espada? ¿Por su título de dios de la espada? ¿Por el mito de la espada Ame no
Murakumo?”
“No.”
El dios se levanta y con una sonrisa dice, “¡Qué emoción! El
padre de la espada, pero no es el padre del arte de la espada.”
Nos cuentan sobre el antiguo Japón, donde el dios nació
perfecto y en el mundo de la mitología era el “dios noble” de mayor rango. Con
el poder de su espada iba derrotando a dioses malvados y perversos, así
ganándose el título para las personas que lo veían. Y siempre mostraba su
espíritu calmo.
Un día su padre Izanagi (dios de la creación) les asignó
junto a sus hermanos gobernar en tres lugares distintos. A su hermano Tsukuyomi
(la luna) le tocó gobernar el Aounabara no Shionoyaoe (el mar), a su hermana
Amaterasu (el sol) le tocó gobernar el Takamagahara (el mundo celestial), y a
Susano'o le tocó gobernar el Ashiharanonakakuni (la tierra).
Él bajó a la tierra en la colina Torikami “Izumo”, donde
exterminaba a todos los monstruos problemáticos alrededor. Así siguió hasta que
un día, vio a un niño defendiendo a su hermana menor de un gigante que se la
quería robar y, justo cuando el dios iba a ayudar, el niño logró derrotar solo
a la criatura usando su propia espada.
El dios quedó tan anonadado que fue directo a preguntarle
con desesperación cómo logró hacer eso. El niño le explicó que fue por “el arte
de la espada”, gracias al mismo dios, porque todos querían seguir el ejemplo de
su leyenda.
Aquí Susano'o entendió que la espada era una herramienta de
poder divino para vencer a oponentes más fuertes, y que para ello debían crear
técnicas. De ahí viene el arte. El dios termina arrodillándose ante el niño y
su hermana diciéndoles lo maravillosos que son los humanos y pidiéndole, por
favor, que le enseñe “el arte de la espada”. Entonces Susano'o fue el primer
dios en pedirle enseñanzas a un humano.
Va directamente al templo divino de Amaterasu Okami
“Amanoiwato”, para decir que renunciará a su título de dios para dedicarse a
aprender de los humanos. Admira mucho cómo las personas, con el producto del
sudor, la sangre y la dedicación, han perfeccionado sus habilidades creando “el
arte de la espada”, y no como él, que nació con todo. Por eso su hermana
Amaterasu lo destierra eternamente del Takamagahara, con la condición de que no
reciba directamente la enseñanza de los humanos.
Así, Susano'o dedica los días desde entonces a viajar de
manera sigilosa por el mundo, aprendiendo del avance de la humanidad a través
del tiempo “el arte de la espada”.
Origen de Sunano’o no mikoto y su destierro mito
El mito es totalmente diferente a la historia del manga. Lo
único que se salva son los nombres y títulos, excepto el de Susano’o, que no es
conocido como “el dios de la espada”, sino como el dios del “mar y las
tormentas”. Este dios tiene un temperamento impulsivo y rebelde, siendo
tumultuoso y caprichoso, y a menudo causando más problemas tanto en el cielo
como en la tierra que soluciones.
La trama que se mantiene del original es que Susano’o fue
desterrado por Amaterasu, pero no por la razón del manga, sino por su mayor
conflicto. Izanagi, al asignar los puestos de gobierno, provocó que Susano’o
sintiera envidia de Amaterasu por ser la divinidad más venerada e importante
para las personas. Solo por eso comenzó a hacer estragos en la tierra. Aquí es
cuando su padre lo destierra a quedarse con su madre Izanami en el Yomi (el
inframundo).
Antes de ello, Susano’o fue a visitar a su hermana mayor.
Amaterasu, desconfiando de sus intenciones, se preparó para una confrontación,
pero en lugar de pelear, Susano’o ideó un concurso de pruebas de poder
creativo. Ambos dioses tomaron objetos personales del otro y los transformaron.
Amaterasu tomó la espada de Susano’o en tres pedazos y a partir de eso creó
tres nuevas deidades femeninas. Mientras que Susano’o tomó el collar de la
diosa y creó cinco deidades masculinas.
El dios celebraba su victoria al haber creado más
divinidades, pero la diosa argumentó que en realidad eran suyas al venir de su
collar, y que las tres deidades femeninas eran de Susano’o al venir de su
espada. Con esta actitud de no saber perder, Susano’o perdió el control. En un
arrebato de celos y rabia, causó caos en el cielo: destruyó los campos de
arroz, ensució el palacio sagrado de Amaterasu y arrojó un caballo celestial
desollado en su sala de tejer, lo que provocó la muerte de una de sus doncellas.
Al ver toda la destrucción, Amaterasu abandonó todo y,
sucumbiendo a los malos pensamientos, se encerró en una cueva y bloqueó la
entrada con una enorme piedra. Cómo salió de ahí es otro mito muy interesante,
pero como el principal ahora es Susano’o, continuamos con que la diosa salió de
la cueva trayendo el sol de vuelta a la tierra.
Por haber sido la causa de que el sol se ocultara, el dios
de las tormentas fue desterrado al mundo humano. No sin antes cambiarle el
estilo, cortándole las uñas y la barba por los mismos dioses. En su exilio,
llegó a la provincia de Izumo, donde encontró una familia afligida por un
dragón llamado Yamata no Orochi, una gigantesca criatura de ocho cabezas y ocho
colas que exigía el sacrificio de una joven cada año. La familia, desesperada,
le pidió ayuda, ya que la última hija, Kushinada-hime, estaba destinada a ser
sacrificada.
El dios se enamoró de la hija e ideó un plan para derrotar a
la serpiente. Convirtió a la doncella en un peine para tenerla segura en su
cabellera. Les pidió a los padres que prepararan grandes cantidades de sake
fuerte y lo colocaran en recipientes alrededor de su casa. Yamata no Orochi, al
encontrar el sake, lo bebió y se emborrachó, haciendo más fácil su derrota.
Susano’o aprovechó esta oportunidad para matar a la serpiente. Al cortar una de
sus colas, encontró la legendaria espada Kusanagi no Tsurugi (Espada del Cielo
de las Nubes).
Después de finalmente haber realizado una buena hazaña, se
casó con la doncella y ofreció la “Espada del Cielo” a Amaterasu como señal de
reconciliación, arrodillándose ante ella. La diosa la aceptó y la portó de
manera espléndida, mientras que Susano’o continuó su vida en la tierra.
Este mito en realidad nos habla del caos y el orden, la
lucha contra las fuerzas destructivas y la eventual redención.
En conclusión,
Amaterasu debería pelear en el Ragnarok.